miércoles, 17 de febrero de 2010

Breve historia de París

LOS PARISES DE LA FRUSIA
Los suizos, por pura envidia hacia su país vecino, califican a Francia como la “Frusia” o “La Frusie”. Todo se debe a un clásico pique de vecinos, en el que los suizos han podido comprobar claramente cómo los franceses son ampliamente superiores tanto a nivel cultural como a nivel de la belleza del país. Para referirse a los franceses, por tanto, utilizan la variante “fruso” o “frus”. Dichas acepciones suizas proceden del sustantivo español fruslería, es decir, dícese de aquella cosa de poca valor o entidad. De modo, que podemos comprobar claramente cómo intentan desacreditar los suizos a los franceses refiriéndose a ellos de manera despectiva como “poca cosa”, pero si hemos de ser sinceros, se trata todo de pura envía.

CARLA Y SARKO
Sarkozy no paga las facturas de la luz, todo el mundo lo sabe. Ese es el motivo por el cual en París no hay sol. Así que si buscáis algún responsable al que poder culpar del cielo gris y nuboso, del frío desmedido y de la lluvia constante, pueden dirigir los ruegos y quejas a la persona de Sarko. En realidad, la instigadora de todo este corte eléctrico es Carla Bruni, con sus caprichitos y abrigos caros, que obliga a Sarko a gastarse todo el presupuesto de las arcas municipales en sus derroches. El motivo por el cual los frusos están siempre en la calle, protestando y manifestándose ante la Place de la Republique es precisamente a por el impago de las facturas de la luz de Sarkozy y la falta de sol que sufren los franceses y más concretamente los parisinos.

JUEGOS LOCALES
El juego más típico y tradicional de la capital francesa es el de las espaditas o espadas de madera. De hecho, todo el mundo lleva una en su bolso, por lo que pueda pasar y sobre todo porque cualquier momento, por inesperado, puede ser bueno para ponerse a jugar.
Según algunos historiadores fue precisamente la reina María Antonieta la encargada de introducir esta práctica en la capital francesa, algo que analizaremos con mayor detenimiento en el apartado que versa sobre esta reina.

POSTRES TÍPICOS
Los tapanarices, o tapanariz-en su forma singular- es la golosina típica por excelencia de los Parises de la Frusia. Como su propio nombre indica, son unos caramelos con forma de tapón rosa para las orejas, de esos que eran de cera y tu mama te los amoldaba hasta metértelos y dejarte sorda (gracias a dios ya han evolucionado y los hacen de silicona, por lo que rogamos disculpas a las nuevas generaciones que no vivieron estos calvarios y a la que esta terminología le puede resultar desconocida). El caso es que los niños franceses se introducen en la nariz estos dulces tan dulces cuando se montan en el metro para así no padecer el hedor del metro parisino. Luego, al salir, se los comen tan ricamente mientras cantan: “yo tengo un moco, lo saco poco a poco, lo redondeo lo miro con deseo y me lo como pero me sabe a poco… ¡volvamos a empezar! Llegados a este punto, se introducen otro tapanariz en la nariz y se lo vuelven a llevar a la boca. Estas golosinas o bombón, como la llaman los franceses, no solo se comen en el metro. Tradicionalmente se comen como postre y, sobre todo, en la merienda. Suelen fundirla dentro del chocolate o té, y es habitual acompañarla también [la merienda] de ositos. Por ello, en las grandes superficies podemos encontrar paquetes de ositos y tapanarices.

PALACIOS Y PRINCESAS
Francia ha contado con innumerables reinas y princesas que pasaron a la historia por muy variados y diversos motivos. Pero sin duda, la reina que pasó a la historia por encima de cualquier otra es María Antonieta, archiduquesa de Austria, Princesa de Hungría y Reina de Bohemia. Con tan solo 14 años celebró sus nupcias con el heredero al trono francés, el futuro Luis XVI, y aquí empezaron sus problemas. Luis XVI era considerado como un hombre poco atractivo. Dicen las crónicas de la época que Luis era muy alto y desgarbado, que no estaba dotado para la vida social, que era un devoto religioso y -por si fuera poco- no se le conoce ningún amante (hombre o mujer). María Antonieta, pese a su insistencia, no logró consumar la unión hasta tres años después de su matrimonio. Es por eso que decidió buscarse un amante. Escribió al embajador de Austria en Paris, el conde Mercy. Dicho conde era un señor bastante educado que pasaba el día diciendo merci, merci beaucoup, merci bien, etc. para que le buscase un maromo con el que calmar sus necesidades. Mercy, rápidamente recluto un grupo de maromos en las calles de la capital frusa y los llevo a Versalles para que María Antonieta eligiese. La reina vio al final del grupo de muchachos un joven hermosísimo y gritó: ¡¡¡¡ el del fin, el del fin!!!! Le asignó todo un ala del palacio que paso a denominarse entre las damas de la corte como “las habitaciones del Delfín”. Actualmente no conocemos detalles sobre la procedencia ni el estatus del Delfín. Tras analizar la correspondencia de María Antonieta y su diario privado, creemos que ésta nunca se molestó en conversar con él, de hecho no tenía diario ni ningún tipo de correspondencia. Así que este dato no lo hemos podido verificar con mucha fiabilidad.
A la pobre chica le pasó de todo desde que puso el pie en la Frusia. Al poco de llegar a Versalles, tuvo un enfrentamiento con Madame du Barry, la amante de Luis XV. La Madame en cuestión sacó a la luz los problemas sexuales de Luis XVI y la recriminó por tener como amante al Delfín. El motivo verdadero y real (nunca mejor dicho) de todo este alboroto era que todas las damas de la corte estaban un poco celosas y enamoradas en secreto del Delfín, por ello una de sus cuñadas la llamó l'autrichienne, algo que nos puede parecer lógico ya que era austriaca. Pero su cuñada, una mujer malvada, frígida y fea, lo que realmente quería llamarla era autruche y chienne –es decir; avestruz y perra-.
De modo que María Antonieta nunca fue querida en la corte versallesca. Las damas parloteaban de su mala reputación y sus elevados gastos en fastuosas ceremonias, tapanarices y torneos de espaditas, pues fue María Antonieta la inventora de éste maravilloso juego infantil consistente en emular un duelo de espadas. Éste era una de sus principales diversiones, en el que se apostaban grandes sumas de dinero, lo que fue aprovechado para tacharla de despilfarradora. Tuvo problemas de carácter económico con joyeros, zapateros (Manolo Blahnik se negó a fiarle más zapatos) espaderos, peluqueros, tapanariceros, etc. En los libros de cuentas versallescos apreciamos que el tapanaricero real ganaba más que cualquiera de los ministros de Luis XVI. Por su parte, la reina no podía vivir sin este vicio. Cuentan las crónicas de la época que el tapanaricero tenía una suntuosa casa en el Hameau, el mini pueblo que se hizo construir “La Mari” –como se hacía llamar- donde recogía la leche en la lechería, visitaba la herrería, los huertos, la fábrica de espadas, la panadería, el molino, el palomar, la tapanariceria… Se llega incluso a insinuar que mantuvo una relación amorosa con él, aunque aún no está confirmado.
Siguiendo con los edificios versallescos, encontramos el Pequeño Trianón. Este palacete estival, algo apartado del palacio, fue un regalo de boda del Rey de Francia a su esposa. Fue bautizado así ya que allí vivía uno de los más famosos amantes de “La Mari”, apodado “Trianón”. Fue apodado así ya que se negó a hacer tríos con el Delfín, pues María Antonieta quería alternar con ambos. Trianón repetía y repetía una y otra vez: “tríos non, tríos non…”, y de ahí su nombre.
Las malas lenguas comentan que María Antonieta también busco la afectividad que nunca le dio Luis en ciertas “damas” de la corte (María Teresa de Lamballe y Julia de Polignac) a las que hacía vivir en su mini pueblo. Estos affairs han sido analizados y contrastados, concluyendo todos los historiadores que mantuvo relaciones lésbicas con ambas mujeres. Es por ello que es considerada como un símbolo del amor homosexual. Símbolo que perdura en la actualidad, ya que la asociación de gays y lesbianas estudian imprimir la cara de María Antonieta sobre su bandera multicolor, e incluso se oyen voces que amenazan con demandar al estado francés ya que creen firmemente que guillotinaron a María Antonieta por lesbiana y no por reina consorte.
Uno de los más graves problemas fue el del famoso “Caso de la Espada”, la más soberbia espada de diamantes y madera que se viera en muchos siglos. 647 piedras entre diamantes y piedras semipreciosas de 2.800 quilates. Tasada en 1.600.000 libras, los famosos joyeros Boehmer y Bassenge la habían confeccionado para la amante Du Barry, favorita del Rey Luis XV, pero al morir Luis XV de viruela, su amante se quedó sin los diamantes. Fue ofrecida a María Antonieta, que la rechazó por su elevado coste económico. Un complot de condes, condesas y cortesanas versallescos adquirieron la espada por medio de engaños haciendo creer a sus vendedores que era para María Antonieta por medio de cartas falsificadas. Todo esto dio muchísimo que hablar, incluso se inició un proceso judicial para clarificar todo esto. María Antonieta fue obligada a declarar ante el tribunal, que lo consideró como un hecho habitual en la Reina.
Lo más preciado para María Antonieta de su palacio era sin lugar a dudas el parqué, su parqué. Obligaba a todo el personal de palacio, damas de compañía, nobles de la corte, etc. a ir descalzos para no dañar su parqué, hecho que acrecentó aún más si cabe el odio que la corte le profesaba. Otro objeto algo atípico que “La Mari” escondía en su palacio eran los extintores. Hizo colocar uno en cada uno de los rincones de Versalles. El motivo de esta obsesión casi neurótica era su temor a que una burguesa perversa y con ansia de poder llamada Amparo, conocida por su piromanía, pudiera prender fuego a todo Versalles.

MUSEOS Y TESOROS
El Museo del Louvre es de sobra conocido por todo el mundo. Entre sus obras típicas y tópicas encontramos la Victoria de Samotracia, la Venus del Milo, La Giacconda… Por eso, siempre que se quieren visitar estas obras están a rebosar y es imposible discernir nada. Así que desde esta guía de historia tan particular y tan breve os queremos mostrar el verdadero y auténtico tesoro del Louvre, El David, de Miguel Ángel. Los mercaderes de lana de la antigua Florencia se plantearon construir doce esculturas en homenaje a los personajes del Antiguo Testamento. Miguel Ángel, que tras la expulsión de Florencia de la familia Médici, su mecenas, se había visto obligado a volver a la casa de su padre. En 1501 la Opera del Duomo de Florencia le encargó oficialmente la escultura del David a Miguel Ángel, veinticinco años después de que Rossellino abandonase el trabajo sobre el bloque de mármol. No obstante, y ante la voluntad reiterada de los franceses en época napoleónica de dedicarse al expolio, decidieron quedárselo e incorporarlo como uno más de los tesoros del Louvre. La escultura está escondida de las miradas de los visitantes, ante el temor de los parisinos de que un posible hurto italiano. Por eso, El David está oculto en una cámara acorazada, pero previa reserva y pago de cifras astronómicas si así lo deseáis podréis disfrutar de una visita privada y exclusiva a este tesoro tan particular. No os engañéis. Si habéis ido a Florencia y habéis pagado por ver El David, os han timado, pues el que allí se encuentra es una burda imitación, una copia barata, al igual que las tantas muchas otras que rodean las plazas y miradores de Florencia.
Tal era la pasión y fascinación de Napoleón por el Louvre y sus obras, que se hizo construir allí una serie de aposentos que le permitieran poder contemplar las obras desde la quietud de su habitación y sin tener que abandonar el museo. Lo que ocurrió, fue que finalmente fue desterrado a la isla ésta lejana y ya no pudo estrenar el cuarto y los aposentos y tal. Por eso ya se lo cedió a su sobrino, el conocido como Napoleón III, quien lo heredó gustosamente. El amor por el arte de Napoleón le llevó incluso a hacer retirar a la Gioconda de su lugar habitual en el Louvre para colocarlo en su cámara personal, por eso sus esposas, primero Josefina y posteriormente María Luisa de Austria, comenzaron a sentirse celosas, por lo que María Luisa se retiró a Austria.
Otro de los museos de mayor importancia y vanguardia de París es el centro Pompidou. Y la obra más importante que acoge, el Guernica de Picasso. La suya es también una historia muy peculiar. El famoso pintor malagueño pintó su cuadro en los meses de mayo y junio de 1937 para conmemorar el bombardeo sufrido el año anterior en la ciudad vasca de Guernica. Fue realizado por encargo del Gobierno de la República Española para ser expuesto en el pabellón español durante la Exposición Internacional de 1937 en París, con el fin de atraer la atención del público hacia la causa republicana en plena Guerra Civil Española. Tras su periplo por Nueva York, a causa de la dictadura franquista, el cuadro llegó de nuevo a España en 1981, y se exhibió durante varios años en el Museo Reina Sofía de Madrid. Lo que no sabe mucha gente es que con motivo del Mundial de Fútbol que Francia acogió, en 1998, los frusos decidieron llevársela de vuelta a París, más concretamente al Pompidou, como reclamo turístico para los millones de aficionados al fútbol de todo el mundo que se iban a dar cita en la capital frusa. Así que desde esa fecha, el cuadro de Picasso se encuentra en París, y no en Madrid como muchos creen. Por tanto, si vais a Madrid, al Reina Sofía, y os hacen pagar por ver el Guernica, os están timando de nuevo, pues se trata de otra burda imitación.
París cuenta también con una serie de tesoros algo menos culturales y un poco más desconocidos pero a la vez igualmente interesantes que el resto de sus museos. Nos referimos a la casa Sephora de maquillaje y a la de bolsos Lollypops. Ambas firmas tienen un origen histórico muy claro, pues la primera procede de la afición de la corte francesa por espolvorearse maquillaje blanquecino por toda la cara, a juego con sus pelucas, y la segunda tiene su razón de ser en la moda que se instauró también en la corte francesa, más concretamente entre las damas de compañía, de lucir unos novedosos objetos bautizados como “bolsos” que les permitían guardar y llevar consigo sus enseres personales. En ambos casos, la instigadora principal de ambas modas fue, cómo no, María Antonieta.

martes, 15 de diciembre de 2009

Buen juego, premio escaso

El nuevo entrenador del equipo recreativista, Raúl Agné, se fue satisfecho del Ciudad de Valencia con el juego de su equipo, pero lamentó no haber conseguido los tres puntos. El técnico albiazul cree que los suyos merecieron la victoria

“El equipo ha merecido algo más”. Fue rotundo el técnico del Recreativo de Huelva, Raúl Agné, al analizar las sensaciones que transmitió el decano del fútbol español en el partido que le enfrentaba al Levante. En el día de su debut al frente del conjunto albiazul, el empate pareció quedarse corto. "Me voy muy contento con el juego, pero no con el resultado", sentenció Agné.
"Siempre que no pierdes puedes estar satisfecho”, se expresó Agné ante los periodistas, “pero lo cierto es que hemos hecho una primera parte muy buena, controlando el balón y el juego y con un instinto ofensivo bastante vertical, por lo que hemos podido ganar el partido”. Según el entrenador recreativista “no hemos dejado actuar al Levante, lo hemos frenado bien pese a contar con jugadores de calidad”. Ese era el sentir de Agné en su comparecencia ante los informadores.
Reconoció que en el segundo tiempo “ellos se vinieron arriba, pero iban perdiendo y era normal que así lo hicieran”. Aún así, dejó claro que “el Levante no creó peligro ante nuestra portería, sólo en las acciones a balón parado".
El equipo dio buenas sensaciones, pero lo cierto es que regresó a Huelva con un único punto. En este sentido, Raúl Agné consideró que “tuvimos mala suerte en algunos aspectos del partido, sobre todo en la lesión de Córcoles y en la jugada del gol”. “Al abrirse la cabeza Poli en un encontronazo ha tenido que ser atendido fuera del campo y se ha producido un desajuste defensivo que ha propiciado el tanto”, aseguró. “Era él quien debía haber tapado el palo por donde entró el balón, y no fuimos capaces de corregir las posiciones. Eso es algo que debemos solucionar dentro del campo”, añadió Agné. El técnico albiazul remarcó al respecto: “Quien ha ganado un punto ha sido el Levante".
Como lectura más negativa del encuentro, Agné significó de manera autocrítica que “los fallos han venido propiciados por las jugadas a balón parado, con las que el Levante se ha podido meter en el partido”. También apuntó como corrección a los onubenses la “mejora del juego sin balón”. No obstante, en líneas generales el entrenador del Recreativo se mostró “contento y satisfecho, porque todo lo que se ha trabajado en las sesiones de entrenamiento que he podido dirigir hasta ahora ha salido”. Continuó elogiando la labor de los pivotes: “Estuvieron muy bien. Han robado muchos balones”.

Para Agné que "Guaita no haya tenido si quiera que intervenir" y que “jugadores como Rubén, Juanlu o Javi Guerra no hayan aparecido, es la prueba palpable del éxito y dominio que hemos ejercido”. Subrayó de igual modo que “el equipo causaba sensación de peligro real y no sufría en ningún momento atacando, mientras que ellos no creaban ocasiones”. En cuanto al aspecto físico, apuntó que “los jugadores realizaron un gran esfuerzo y creo que no les ha pasado factura, pero hay que seguir progresando. Si hoy se ha aguantado 60 minutos, pronto serán 80 y así iremos a más”. El técnico concluyó afirmando: “Éste es el Recre que deseo”.
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Una mirada al cine alemán, Fassbinder

Rainer Werner Fassbinder, el ilustre creador del cine alemán fue también admirador de los grandes, de su compatriota Max Ophuls y también de Sirk y Godard. Pese a su muerte temprana, trabajó quince prolíficos años durante los que realizó una treintena de películas. Encontraba su inspiración en el teatro, en las series televisivas y en los elementos antológicos del cine americano. Sus herramientas favoritas, el melodrama, el “Kistch” y la nostalgia. Pese a todo, sufrió la censura del Estado, como otros muchos de su época
Aún así, eso no impidió a Fassbinder retratar su Alemania natal, la Alemania de la posguerra con su vertiente más problemática, pues sus películas tenían un fuerte sentido político. Jóvenes, delincuentes ocasionales, la opresión de la mujer o los retratos femeninos son algunos de sus temas. Era, en definitiva, capaz de expresar con gran maestría la ternura de una mujer viuda en Mama Krunster se va al cielo, la crueldad de la lucha por una causa perdida en la Tercera Generación o los problemas de los homosexuales en Trece Lunas. Todos los que han trabajado y estudiado su obra coinciden en admitir que sus films tienen un fuerte componente autobiográfico.
Poco a poco, Fassbinder fue profundizando en su técnica, y convirtió el uso del cine hollywoodiense en una forma de desmontar los mecanismos de estilos en decadencia. Del mismo modo, su influencia en el teatro la percibimos en la penetración en los gestos con planos detalle, la utilización del espacio y la ubicación de los personajes en la escena, el encuadre, el movimiento de cámara y la angulación.
Como gran cineasta, sabía de la importancia de los inicios, de captar la atención del espectador desde el primer segundo de película. Por ello, todas sus obras suelen comenzar con un plano secuencia bastante largo que sirve para situar al espectador en la historia y su contexto. En Maman Kusters se va al cielo, por ejemplo, vemos un debut fulgurante. Pasa de manera magistral del plano general al plano detalle, luego otro diagonal… La puesta en escena es fantástica y muy cuidada, cada personaje ocupa su sitio en el espacio. Esto también tiene unas consecuencias a lo largo de la historia que Fassbinder sabe reflejar y enlazar de manera acertada.
Vemos en esta cinta de nuevo su implicación con los temas de calado social, económico, etc. de la sociedad de su tiempo. En este caso, nos presenta una concepción ecologista de la mujer de los años setenta, ante la crisis del capitalismo y del petróleo que Europa y el mundo en general están sufriendo. Muestra pues a una madre tradicional. También muestra desde los primeros planos de la película otra de sus predilecciones, el cabaret. En definitiva la cinta muestra la toma de conciencia de una persona que ha estado adormecida durante cuarenta años, que no había visto las injusticias de la vida y que vivía bajo la conformidad. Todo esto cambia al morir su marido de manera trágica en la fábrica en la que trabajaba, tras tratar de secuestrarla. El film cuenta con varios círculos críticos: critica los medios y a los periodistas, por su sentimentalismo y sensacionalismo. También critica cómo los comunistas y anarquistas que son caracterizados como los “buenos” y “salvadores” de Mama Kusters, lo único que intentan es captarla como un miembro más de sus respectivos partidos.
Sus films, con sus rarezas y elementos más tradicionales plasman meritoriamente la complejidad de la sociedad, su adhesión política y realizan un efecto de lupa sobre ella. Sus films rozan siempre el melodrama, por eso podemos decir que el suyo es un cine barroco, ornamentado y en ocasiones algo recargado.

¡Sierra y Libertad!

Guerrilleros y familiares se reunieron un año más, y ya van diez, en el homenaje que la Gavilla Verde viene rindiendo a la guerrilla antifascista que luchó contra Franco y su dictadura en los diversos frentes distribuidos por los montes de España como Aragón y Levante, Extremadura, Andalucía, Galicia, León, Santander o Asturias. En estas jornadas, casi maratonianas por su intensidad, hubo tiempo para todo y para todos, y a parte de exponer lo que supuso la labor del movimiento libertario, también se cantó, se bailó, y por supuesto se habló mucho sobre hechos del pasado y sobre historias de las de la guerra. Pero, sobre todo, se recordó, se ejercitó la memoria y se hizo una labor de lucha contra el olvido para que actos como estos, que rinden tributo al movimiento libertario que luchó por la democracia, puedan seguir realizándose. Resultaba curioso observar cómo la memoria de estos ex guerrilleros, a pesar de su larga edad que ronda en todos los casos los noventa años, se mantiene fresca, despejada y clara; como si todo hubiera ocurrido ayer.
Poco a poco, los asistentes se fueron animando y empezaron a compartir con todos los presentes sus historias y recuerdos. Sorprende por ejemplo el caso de María, hija de uno de los puntos de apoyo que los maquis de la Agrupación Guerrillera del Levante y Aragón, AGLA, tenían en el pueblo aragonés de Monrroyo y que un día mientras trabajaba en la cosecha fue detenido y encarcelado. Tras un tiempo en prisión, le hicieron firmar su libertad para salir de mañana temprano en un camión con otros hombres que nunca más volvieron. María, su madre y el resto de la familia nada sabían exacto del paradero del padre, y fue el tío quien pudo confirmar de manera casual los peores presagios al toparse con el camión que llevaba los cuerpos sin vida a las afueras del pueblo. Hasta hace unos meses, María y sus hijos habían acudido varias veces a Monrroyo para interesarse por el estado de la fosa en la que se suponía que se encontraba su padre. Sin embargo, el año pasado, con motivo de la exhumación de la fosa, descubrieron que el cuerpo de su padre ya no se encontraba allí. Efectivamente, el cuerpo fue trasladado sin el consentimiento de la familia al Valle de los Caídos, pues Franco necesitaba compañía en su eterno descanso. Ahora, como tantas otras muchas familias, María espera poder recuperar pronto los restos de su padre gracias a la última ley aprobada por el gobierno sobre la exhumación de cuerpos del Valle de los Caídos.
Sin duda en estas jornadas aprendí cosas muy interesantes, escuché opiniones muy sabias y comprendí que existe cierta terminología que hiere la sensibilidad de los protagonistas y sus familias. Términos como “rojo” han pasado a la historia por ser claramente despectivos, pero hay otros, como “Guerra Civil”, que al parecer tampoco acaban de ser acertadas. Las familias y guerrilleros prefieren decantarse por calificarla como “Guerra de España”, “Guerra del 36” o “Guerra antifascista” para no continuar acrecentando la división que existe en la sociedad tras este enfrentamiento fratricida. Prefieren un término que ayude a acercar posturas y que no deje de lado el carácter internacional que tuvo esta guerra y sin el cual el alzamiento llevado a cabo por Franco no hubiera tenido los efectos que finalmente tubo.
Entre los asistentes más ilustres, la nieta de Juan Negrín, Carmen Negrín, y de las ausencias más destacadas, la de Santiago Carrillo, quien había confirmado su presencia pero algunas semanas antes del comienzo de las jornadas tuvo que disculpar su ausencia. Fue especialmente interesante para mí la charla sobre Francia, el exilio y la resistencia. El historiador Ferran Sánchez Agustí explicó cómo los nietos de estos guerrilleros, picados por la curiosidad, han ido interesándose poco a poco por su historia, historias que muchas veces se ocultaron incluso dentro del seno de las familias debido al miedo y el temor que Franco sembró en la población. Explicó que la resistencia se gestó desde los campos de concentración, y poco a poco se fueron sumando a ella la gente que por ser demasiado joven o demasiado mayor no podía cruzar la frontera. Contó también otro pasaje interesante de la historia de la guerrilla; fue el intento de expulsión de Franco del 19 de Octubre de 1944. En ese momento se estuvo muy cerca de acabar con el dictador; las guerrillas francesas ocuparon el Valle de Arán y se infiltraron hasta en 34 puntos de los Pirineos. La hermana de Franco confesaría más tarde que fue el único momento en el que vio a su hermano nervioso. Finalmente, la guerrilla vio todas sus esperanzas extinguidas en 1950 con la operación efectuada por el gobierno francés y bautizada como “Bolero Paprika”. Centenares de republicanos españoles, que habían combatido en la resistencia, fueron detenidos y deportados a países como Argelia, Córcega, etc. También se prohibieron periódicos como Mundo Obrero o Nuestra bandera, tuvieron que volver a la clandestinidad. La resistencia llegaba a su fin. A partir de ese momento, empezó un exilio dantesco y multitudinario, solo superado por la diáspora hebraica.
También se leyó un manifiesto en el que los miembros integrantes de la Gavilla Verde expresan su malestar ante la Ley de la Memoria Histórica, que no cumple con todas las directivas que debería cumplir como instrumento de justicia, de reparación y de conocimiento de la verdad. En España hay todavía 150.000 personas en fosas clandestinas, y Franco se cobró la vida de 100.000 hombres y mujeres que fueron ejecutados a sangre fría y sin ningún tipo de juicio justo. Deportaciones forzadas, niños perdidos, persecuciones… son solo algunas de las desgracias que dejó tras de sí el franquismo y que aún hoy en día, treinta años después de la caída del régimen dictatorial, no se han podido reparar y tratar debidamente a través de esta Ley de la Memoria Histórica.
Otras olvidadas fueron las mujeres comprometidas con la causa republicana, que tras la sublevación militar de 1936 fueron asesinadas, encarceladas, torturadas, violadas, paseadas, rapadas, recluidas en campos de exterminio, etc. La suya fue una voz silenciada, una crónica sin voz y sin letra. Las guerrilleras no encajaban en el nuevo modelo franquista que el dictador había preparado para ellas, bien en la Sección Femenina, bien a través de la Iglesia.
Rafa Montaner, del Levante, y Diego Barcala, de Público, dieron una lección sobre periodismo histórico y resaltaron cómo lo importante del tema es poner voz a esa historia y contarla en primera persona, por sus testigos directos. Montaner también puso de manifiesto cómo la Transición no ha servido para cerrar heridas, sino para taparlas, y eso es algo que hay que corregir.
Por ello me gustaría cerrar estas líneas intentando transmitir el espíritu guerrillero, espíritu recuperado en Santa Cruz de Moya durante el fin de semana. Y nada mejor para homenajearlo que acudir a las palabras de la canción que les rinde tributo: Por llanuras y montañas, guerrilleros libres van, los mejores luchadores del campo y de la ciudad. La bandera de combate con su manto cubrirá a los bravos guerrilleros que en la lucha caerán. […] Vencedores del fascismo a la batalla final, españoles muera Franco ¡muera! Viva nuestra libertad. Como dirían los miembros de la Gavilla Verde, ¡Sierra y libertad!

lunes, 30 de noviembre de 2009

BREVE HISTORIA DE GINEBRA

Ginebra es una ciudad de Suiza que aparentemente puede parecer extraña, pequeña y aburrida. Está llena de ginebrinos o ginebrenses secos y raritos, pero en realidad cuenta con una historia muy antigua e interesante.

Su escudo, que presenta un águila y una llave, refleja la estrecha relación que la ciudad tuvo con los nazis, a quienes admiraban, de ahí el águila. La llave es el símbolo del catolicismo y del Papa (de Roma), para demostrar que antes de ser protestantes profesaron la religión de Cristo.
La historia de esta ciudad siempre ha estado muy ligada a la religión. De hecho, el principal dictador y tirano de Ginebra fue un hombre de Dios, Calvino, que instauró su propia autarquía y que también quemó bien vivo en la hoguera a Miguel Servet. Al parecer, tenían ciertas discrepancias y no compartía su opinión de que la sangre circula a través de vasos y venas y de que fluye por todo el cuerpo. Entre otras maldades que este hombre protagonizó, Calvino tuvo el honor de ser el responsable de mandar construir una muralla en la ciudad para así encerrar a la gente y al mismo tiempo impedir que otras personas entraran en Ginebra, evitando cualquier tipo de contacto humano de los ginebrinos con el resto del mundo, de ahí que sean tan cerrados y aburridos.

Otra historia igualmente interesante es la que narra el por qué del nombre de este gran tirano, Calvino. Como todo el mundo sabe (o debería saber), Calvino era un tipo calvo y albino. Esto le causó cierto malestar, y por ello se decidió a pasar el resto de su vida protestando. De modo que como protesta se dejó la barba crecer y se puso un gorro negro que no se quitó nunca (se dice que incluso se duchaba con él, cuando se duchaba, claro está). Los testimonios que se han podido hallar atestiguando esta conducta son gráficos; una foto que ahora es muy empleada en enciclopedias y demás libros de sabiduría cuando se refieren a Calvino. El verdadero motivo de su reforma fue que ante su notable calvicie decidió ponerse a pensar e intentar crear una fórmula milagrosa de crecepelos. Intentándola adivinar, le salió la reforma protestante sin querer, y fue ya cuando se hizo conocido. Como era un dictador, Calvino mandó construir una silla muy cara de madera, y luego la puso en la iglesia en la que él iba a pensar en el crecepelos, pues nunca abandonó la idea de encontrar la fórmula. El resultado no fue el más positivo para él, ya que allí sentado, pensando en su fórmula, fue donde murió de viejo.

Como buen tirano, Calvino no podía dejar la ciudad a su suerte, para que cayera en las manos de cualquier desconsiderado. Por eso le sucedió Lutero, que sí que tenia pelo el hombre, pero aún así decidió ponerse el gorrito negro en honor al calvo Calvino. Complementó su indumentaria con un traje negro de luto que lo acompañó hasta el día de su muerte. Fue algo más díscolo que su antecesor, y se hizo famoso por su pasión por la mala vida, el vicio y el juego. Comenzó siendo un modesto fraile, y todo su sueldo frailicio se lo gastaba en las tragaperras. Hasta que un buen día decidió asaltar un convento por el puro placer del vandalismo y raptó a una monja. Se la llevó como botín, con tan mala suerte que al quitarle la cofia descubrió que era la más fea de entre todas las monjas del lugar. Aún así, decidió casarse igualmente con la mujer, que le dejó claro desde el primer día que no viviría a la sombra de su adicción: “¡Oye Lutero, o dejas el vicio de las tragaperras o yo me voy con el Nico que tiene más posibles que tú!”, fue su amenaza. Nicolás (o Nico, como a ella le gustaba llamarlo) era un antiguo pretendiente de la mujer de Lutero del que ésta siempre continuó enamorada. Ante las amenazas de su esposa, Lutero se enfadó bastante y lo pagó con la Iglesia, pues de ahí había salido su mujer. Pese a todo, la Santa Madre Iglesia no era culpable de nada más que de haber provisto a Lutero de una mujer más que apta para él. Poco a poco Lutero se fue consumiendo, pues nunca llegó a superar este episodio. Por eso vivió el resto de su vida protestando y sermoneando, y nos enseñó una valiosa lección: Protestar sirve de algo (a veces, porque cuando intentas que te devuelvan el dinero de la teletienda no funciona). Posteriormente los historiadores lo recordarían por ser el antepasado famoso del no menos famoso “Lute”, y por ser el primero de una larga saga mundial de loteros.

Pero no todo es historia pura y dura en Ginebra. La ciudad cuenta también con otros atractivos, como su famoso “chorrito” o Jet d´Eau. Todo fue una creación de los ginebrinos que fueron a Versalles y quedaron anonadados y enamorados al ver las fuentes de palacio con sus espectáculos de luz y color de las noches versallescas. Así que decidieron importarlo. Pero claro está, su presupuesto no era el de Luis XVI, que podía permitirse dejar sin comer ni beber a todo un pueblo de Francia. Los suizos eran más prácticos y pensaron que no era bonito dejar a un pueblo hambriento, así que imitaron el modelo francés en una escala más reducida. Como eran( y son) muy ahorrativos pusieron un botón que accionaba un motor hidráulico que era el encargado de bombear el agua. Por la noche hacía luz y sonido, pero solo al principio, porque luego comprobaron que era caro y algo innecesario. Es en noviembre cuando realmente merece la pena acercarse hasta el chorrito, porque aparte de que gracias a un moderno sistema de camuflaje no conseguiréis verlo (pero ahí está), al acercaos paseando veréis las primeras decoraciones y lucecitas navideñas. Los angelitos y las estrellitas, lo más típico.

Las casas y edificios también son famosos en Ginebra, y por supuesto sus princesas. Sisi era una princesa que se llamaba así porque a cualquier cosa que se le preguntara o dijera respondía con un: “sí si”. Esta tendencia a la afirmación continua y constante le valió el apelativo de “la princesa consentidora”. De hecho, su historia es bastante triste y dramática, ya que crío a sus hijos como unos consentidos, obligando a la abuela de los niños a raptarlos y educarlos bajo su tutela. La abuela se los quedó y Sisi nunca lo pudo superar. Esto unido a la muerte de tres de sus hijos la condujo a un estado de salud delicado: anorexia, depresiones, hastíos, hartazgos y palidez de rostro en general. Pronto descubrió una fórmula para sentirse mejor. No, no se trataba del crecepelos de Calvino, sino que descubrió la coca, y desde ese momento no hubo un instante de su vida en el que no fuera encocada. Hasta tal punto llegó que un día acudió por error a la Catedral de Saint Pierre (iba encocadísima evidentemente) cuando en realidad quería ir a la peluquería. Cuando descubrió que se trataba de la catedral, decidió pedir una estampita del Papa de Roma, sin darse cuenta de que aquello era una catedral protestante, y de que allí solo se protesta. Se llevó tal disgusto, y con el encocamiento que llevaba encima, que allí fue la primera vez donde se cayó, se puso enferma y tuvo que quedarse en cama durante un periodo considerable.

Un día que Sisi estaba de paseo tropezó con un señor que venía muy enfadado de pasear por la orilla del lago y encontrarse con que el chorrito estaba apagado, así que decidió pagarlo con la primera persona que pasare por su lado, con tan mala suerte que aquella persona fue Sisi, que en ese momento salía del Hotel Beau Rivage y se disponía a dar una vuelta. El sujeto X saco su puñal y al toparse de frente con la princesa que siempre decía que sí a todo, le asesto trece puñaladas en el pecho y luego le clavó el puñal en la espalda. A pesar de las graves puñaladas múltiples, al ser preguntada la princesa por su aparente grave estado de salud ésta volvió a ser complaciente respondiendo con un: “Sí sí, me encuentro bien”. Nada hacía pensar lo contrario y pareciera que la princesa se encontraba estupendamente. De modo que Sisi insistió en ir al al Mont Blanc en barco. En el transcurso del viaje, poco a poco Sisi empezó a palidecer y a debilitarse. Su dama de compañía, que se hallaba muy preocupada por ella, informó al capitán del barco de la importancia de la personalidad que estaba viajando a bordo así como de lo sorprendente de los hechos. El capitán también palideció, y temió por su carrera profesional si la princesa moría en su barco. Podría perder la licencia de conductor de barco, así que decidió encasquetarle el muerto a otro y dio media vuelta para llegar de nuevo al muelle del lago. Una vez en tierra, Sisi intentó llegar al Hotel de la Paix, pero le fue imposible. La princesa murió allí mismo. Su dama volvió a preguntarle si se estaba muriendo y ella asintió. Murió con un sí en su boca como últimas palabras pronunciadas.

Ginebra es una ciudad muy culta y cultural, por eso tiene muchos e innumerables museos, treinta más concretamente. Algunos los crearon para salir del paso, como el museo del protestantismo, pero otros merece la pena verlos, como el Museo de Naciones Unidas y de la Cruz Roja. Personalmente, yo no los he visto, pero vamos, me han contando que realmente merecen la pena. La Cruz roja es una institución que tiene por símbolo una cruz roja, como su nombre bien indica, pero también una luna roja. Usan uno u otro según sea de día o de noche, de modo que en cada hemisferio del Planeta se puede ver en el mismo instante la cruz y la luna. La ONU también decidió instaurarse en Ginebra. Para decorar su bonito edificio, se basaron en la inspiración portuguesa, coronándolo con una esfera armilar. Esta esfera recuerda al rey portugués Don Manuel, y nos transporta hasta la época de los grandes descubrimientos y exploraciones en las se abrían nuevas rutas marítimas, como la que llegaba hasta la India. En realidad, la esfera fue un regalo de los estadounidenses a la nueva sede de la ONU en Ginebra, hermana de la de Nueva York. Pero en el contexto de la Guerra Fría nada era tan fácil como podía parecer, por eso, al enterarse los rusos de tal regalo americano, decidieron agasajar también a los ginebrinos y a su sede con una flecha que representaba la conquista del espacio y su particular carrera de cohetes

Ginebra es en definitiva el mejor paraíso fiscal posible; el país de los negocios, de la doble creme; de los hombres con traje, corbata y maletín; de los bancos y banqueros (pero automáticos y autómatas, que los bancos ginebrinos son como los MacAuto, abiertos veinticuatro horas y sin una persona física que te atienda, por lo que los suizos están destruyendo el empleo); es la ciudad en la que está encarcelado Polansky y, sobre todo, es la ciudad del “chorrito”. Vamos, que no se le puede pedir más a una ciudad, y si acaso no os conformáis con lo que en Ginebra vierais, acudid a París de la Frusia, justo unos cuanto kilómetros más allá de la frontera. Para más información de calado turístico y veraz sobre Ginebra, consultad la Guía Optimista de Ginebra.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Y uno aprende...

"Y uno aprende...
Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma.

Y uno aprende...
que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad.
Y uno empieza aprender...
Que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas.

Y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende...
a construir todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes,
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende...
que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema.

Y aprende...
a plantar su propio jardín y decorar su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende...
que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale.

Y uno aprende y aprende...
y con cada adiós uno aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro,
significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que solo quien es capaz de amarte con tus defectos,
sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estas al lado de esa persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados,
y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado solo de amistades falsas.
Con el tiempo también aprendes que las palabras dichas en un momento de ira
pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace,
pero perdonar es solo de almas grandes.
Con el tiempo te das cuenta de que aunque seas feliz con tus amigos,
algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen
ocasionará que al final no sea como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo justo en ese único instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado,
extrañarás inmensamente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Y aprendes que hay 3 momentos en la Vida que uno no puede remediar:
La oportunidad que dejaste pasar,
la cita a la que no asististe,
la ofensa que ya pronunciaste.
Con el tiempo también aprendes sobre El dinero... y entonces comprendes que:
Puedes comprarte una Casa, pero no un Hogar,
Puedes comprarte una Cama, pero no hacerte Dormir,
Puedes comprarte un Reloj, pero no te dará el Tiempo,
Puedes comprarte un Libro, pero no Conocimiento o lo que necesitas aprender,
Puedes comprarte una Posición, pero no sirve para tener Respeto,
Puedes comprarte Medicinas y pagar la consulta al médico, pero no te da Salud,
Puedes comprarte Sangre, pero no Vida,
Puedes comprarte Sexo, pero no Amor.

Con el tiempo también aprendes que la vida es aquí y ahora,
y que no importa cuantos planes tengas, el mañana no existe y el ayer tampoco.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo,
ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.

Pero desafortunadamente, todo esto lo aprendes sólo con el tiempo. "

Jorge Luis Borges.

Respuesta RAE

En relación con su consulta, le remitimos la siguiente información:

Frente a los llamados dativos objetivos, que son los que ejercen la función clásica de complemento indirecto, existen otros tipos de dativo que las gramáticas denominan genéricamente dativos de interés.
El complemento indirecto (o dativo objetivo) designa, en general, al destinatario de la acción verbal después de aplicada esta al complemento directo (Di el libro A JUAN o LE di el libro). Pero existen en español ciertos usos
de las formas de dativo del pronombre personal que tienen matices expresivos particulares, y que los gramáticos denominan genéricamente como dativos de interés. La diferencia báslica entre los dativos objetivos y los dativos de interés es que los primeros vienen exigidos (explícita o implícitamente) por el verbo, mientras que los segundos no son exigencia del verbo desde el punto de vista semántico. Los dativos de interés se clasifican en los siguientes tipos:

* Dativo simpatético o posesivo: El dativo indica el poseedor del elemento nominal. Ejemplo: Le quitó el abrigo (= quitó su abrigo); Se rompió la pierna jugando al fútbol (= Rompió su pierna jugando al fútbol).

* Dativo de dirección. Establece una relación direccional con el verbo. Ejemplo: Se me acercó un desconocido y me preguntó la hora (= Se acercó a mí un desconocido).

* Dativo commodi o incommodi, definido por Bello como "el que menciona a la persona con la cual el enunciado verbal establece una relación de signo favorable o desfavorable". Ejemplo: Ese árbol me nubla el sol.

*DATIVO ÉTICO, de uso expletivo (es decir, su supresión no altera en absoluto el sentido de la frase, por lo que resulta siempre prescindible), pero que es muy expresivo y abunda mucho en la lengua coloquial. Este tipo de dativo fue denominado por Andrés Bello dativo SUPERFLUO o DE INTERÉS: "superfluo" porque puede ser suprimido sin que cambie el sentido de la frase, y "de interés", porque su papel es el de designar de manera enfática a la persona que se interesa vivamente en la acción expresada por el verbo. Tiene la particularidad de poder coexistir en un mismo enunciado con el complemento directo e indirecto del verbo transitivo: "No ME le deis caramelos". También puede aparecer con verbos intransitivos pronominales, como es el caso del siguiente ejemplo: "No te ME caigas".

Dependiendo del grado de integración que tenga el uso del dativo de interés en el lenguaje culto, se podrá considerar en cada caso como perteneciente al español general estándar o por el contrario, marcado como coloquial y con una clara intención expresiva. Por ejemplo, se pueden considerar normales los siguientes:
Te presto mi perro pero trátaMElo con cuidado.
ME comí una tortilla.
ME bebí un barril de cerveza.
ME compré un disco de "Jarabe de Palo".
ME leí el libro en una noche.
ME subí rápidamente al coche.

Se pueden considerar de uso coloquial, por ejemplo, las siguientes:
ME saqué un suspenso en el exámen de filosofía.
ME vi una película de Almodóvar.
Tu opinión ME es igual.
El niño no ME come bien.

El dativo de interés tiene la particularidad de que se puede prescindir de él en la frase sin que se resienta la gramaticalidad de esta [(Me) comí la mitad de la tarta. (Me) bebí una gran jarra de cerveza para apagar la sed]; aunque, en la práctica, existen contextos determinados en los cuales su ausencia puede resultar extraña al oído:
Tengo tanta hambre que me comería un buey.

En cuanto al caso que es objeto de su consulta, la presencia del dativo de interés es corriente, aunque es más propia de la lengua hablada, familiar o coloquial:
El niño no ME come bien.
Otros ejemplos similares:
El niño no ME estudia nada.
El bebé no ME duerme por las noches.
La niña ME está creciendo muy bien.

Reciba un cordial saludo.

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Departamento de «Español al día»

Real Academia Española